Nació el 30 de mayo de 1845 y murió el 18 de enero de 1890.
Amadeo I de España, llamado «el Rey Caballero» o «el Electo» (Turín, 30 de mayo de 1845-Turín, 18 de enero de 1890), fue rey de España entre 1871 y 1873
Hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia, y de María Adelaida de Austria, heredó el título de duque de Aosta. En 1867 contrajo matrimonio con María Victoria del Pozzo della Cisterna. Poco antes había participado en la guerra contra Austria, en la que resultó herido. Tras el conflicto fue ascendido a brigadier de caballería y, en 1869, a vicealmirante de la armada.
Por aquellas mismas fechas, en España, la revolución de septiembre de 1868 provocó la abdicación y el posterior exilio de Isabel II, lo que a su vez obligó al general Prim, jefe del gobierno, a buscar un monarca para el trono español. Tras numerosas gestiones entre las familias reales europeas, se decantó por Amadeo I, representante de la casa de Saboya, la cual, y según el tratado de Utrecht, tenía derecho sucesorio en España en caso de faltar la dinastía borbónica. Amadeo I, a su vez, aceptó el ofrecimiento, siempre y cuando fuera elegido por las Cortes y reconocido por todos los Estados europeos.
Al llegar a España, sin embargo, cayó asesinado su máximo valedor, el general Prim, con lo cual su situación quedó en entredicho, puesto que no contaba con el apoyo ni de los republicanos ni de los carlistas. Aun así, y tras asistir al entierro de Prim el 2 de enero de 1871, en el que fue su primer acto oficial, encargó la formación de gobierno al general Francisco Serrano, quien formó una coalición entre progresistas, unionistas y demócratas, todos ellos favorables a la monarquía.
Sin embargo, pronto se alzaron las voces contrarias a Amadeo I, entre ellas la del ejército, la de la aristocracia y, sobre todo, la de la Iglesia, contraria a la vigente Constitución de 1869. Además, la creciente crisis económica y financiera provocó la caída de los sucesivos gobiernos de Amadeo I, quien a finales de 1872 insinuó su voluntad de abdicar, si bien legalmente la Constitución que él mismo había sancionado se lo impedía.
Finalmente abdicó en febrero de 1873 con la excusa de una sublevación en el seno del ejército, decisión que fue aceptada por las Cortes, las cuales proclamaron a continuación la Primera República. Amadeo I regresó a Italia, donde recuperó el título de duque de Aosta y vivió alejado de la escena política hasta su muerte.